martes, 4 de enero de 2011

Bogotá: La ciudad anaranjada

Cuando conozco un nuevo lugar, generalmente me obsesiono con alguna de sus características hasta el fanatismo: las comidas de Lima, los tipos de tejas de madera en Chiloé, los edificios de Buenos Aires, las flores de Puerto Varas.


En mi viaje a Bogotá fui cautivada por los miles de edificios de ladrillos. Nunca pensé que se pudieran utilizar de tantas formas, creando mosaicos monocromáticos alucinantes. Debido a esta obsesión, conocí a quien se transformaría en uno de mis arquitectos favoritos: Rogelio Salmona, quien repletó a esta ciudad con sus espectaculares obras.




Conocí las Torres del Parque, el Centro Cultural Gabriel García Márquez, el Eje Ambiental, la Biblioteca Virgilio Barco y el Edificio de Postgrados de Humanidades de la Universidad Nacional. En cada construcción me sorprendían nuevos detalles: espejos de agua, escaleras sorpresivas, tejados convertidos en terrazas desde las cuales caen enredaderas floridas. Inolvidable fue el atardecer que presencié desde el tejado-terraza del edificio de Postgrados, entre café colombiano, chocolate caliente y una grata conversación.




La cima de mi fanatismo por las construcciones bogotanas se dio cuando observé dicha ciudad desde la altura, en el último piso de la torre Colpatria: Bogotá no se veía gris, ni café, sino de un color anaranjado. Mi color favorito era provocado por los ladrillos y tejas, los cuales pintaban alegremente la ciudad. De fondo, la cordillera verde. Y más al fondo, un cielo celeste ornamentado con pomposas nubes blancas. Una ruta obligada para quienes pisen tierras colombianas.



 Las imágenes fueron tomadas por mi pololo y yo 
en febrero de 2010, en Bogotá, Colombia.


5 comentarios:

  1. Bellísimas las fotos! Qué agradable es leer tus impresiones sobre un viaje, que van tomando otro cariz cuando ya hemos reposado las ideas y vamos viviendo de los recuerdos que nos ha dejado.
    Yo nunca he estado en Bogotá, pero la lucidez de tus recuerdos nos ayudan a llegar hasta allá.
    Un abrazote!!!

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  2. Que belleza! Nunca se me habría pasado por la cabeza que Bogotá era así de linda.
    Muy interesante el uso de las tejas y ladrillos, como tu dices, le da una identidad.

    Cariños grandes!

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  3. Bogotá es una ciudad bellísima, la mejor parte es que no es objetivamente bella, es más, bajo una lógica general la ciudad es bastante fea y desordenada, pero tiene magia...como esas mujeres que uno no sabe por qué son tan atractivas, es como una belleza metafísica jajaja :)

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  4. Hermosa!!! muero por conocer saludos desde Alemania!

    TrendRebajas.blogspot.com

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